Circula por las redes un video de EPN en el que habla de la
Coca Cola, e incluso acepta que él la toma a diario en su versión light. De
inmediato todos se flagelaron y decían “que qué barbaridad, cómo es posible…”
en fin, que ni a Libertad Lamarque le salían tan bien esos dramas. Ignoro si es
temporada de castings en Televisa, o el por qué de esa reacción.
Sólo un tonto o un malvado saca las cosas de contexto, no sé
a qué grupo pertenezca el que subió el video. Pongámonos serios, y analicemos.
El evento se llevó a cabo en ¿dónde creen? ¡Sí, adivinaron, en instalaciones de
la refresquera. Quizás por motivo de alguna inauguración, alguna plática, pero
era un evento interno de la empresa, la cual invitó al preciso. Como se espera
en estos casos, hubo unas palabras por parte de Peña, en la que hablaba bien de
la empresa y hasta admite consumir el producto, no sin dejar de hacer el chiste
que decir eso, a estas alturas, ya no sabe si será bueno o malo para Coca Cola.
Cuando a uno lo invitan a una casa, lo que espera el
anfitrión, es que el invitado se va a comportar y no va a hablar pestes de
nosotros, al menos durante el evento. Y lo lógico, lo natural diría yo, si tus
padres cumplieron con darte una buena educación es que así te vas a comportar.
Vas a casa de alguien y no hablas mal de él o ella, al menos durante el evento.
Ya habrá personas, perdón si les queda el saco, que tienen la necesidad de
hablar mal de los demás para resarcir sus miserias, pero siempre lo harán al
día siguiente o incluso saliendo de la reunión, pero ante el anfitrión serán
toda dulzura…hipócrita, pero educada. ¡vamos! Ni siquiera las amigas, perdón,
los personajes más odiosos de Guadalupe Loaeza serían tan bajas de hacer algo
así.
Entonces ¿por qué desgarrarnos las vestiduras, cual falsos
fariseos, por un acto de elemental educación. Digo, si estas palabras hubiesen
sido dichas durante la Semana de la Salud o en cualquier otro acto público, voy
de acuerdo, pero en este caso ¡por favor!
Ahora que, si ustedes son capaces de ir a las casas a
despreciar o hablar mal del anfitrión, pues díganmelo para borrarlos de la
lista de invitados a mi casa.
Pero Peña no es un invitado cualquiera, Juan Pueblo, como seríamos nosotros en tu casa. Es el Presidente del país y no hay nada que diga que no será noticia.
ResponderEliminarHace muuuuuchos años, Bush padre dijo que lo bueno de ser presidente es que nadie podría obligarlo a comer brócoli, y de inmediato los productores de brócoli se le echaron encima... el Presidente no dice nada a la ligera, ni tampoco por quedar bien (a pesar de haber querido Peña quedar muy bien con Trump).
Yo sí creo que debería cuidar lo que dice, incluso en esas condiciones de querer ser un invitado agradecido. Todo lo que diga un presidente es noticia.
Y no se trata de hablar mal ni de despreciar, que ya lo dijo él en la entrevista con el de Milenio, que él es muy educado... pero que cuide sus halagos que ya ha mostrado regarla por ahí.
Luego pensé que les puede salir el tiro por la culata a los de Coca y, tal y como pronosticó Peña, acaso no les haga tanto bien su comentario, pues la gente puede pensar que por tomar Coca y peor en su versión Light, es que toma esas decisiones tan desatinadas.
En fin...
Aquí si discrepo de ti: Hay una norma legal que impide que la autoridad -incluido el presidente- "recomiende, avale o declare" que apoya o consume cierto producto. Lo que hizo es un delito federal, la promoción de marcas y productos como funcionario público. Si fuera Inglaterra, el ser "proveedor de la casa real" te sube el nivel y las ventas. Acá... creo que ayudó a Pepsi.
ResponderEliminarY si, parecía un gesto de elemental educación. Pero uno que la ley prohibe. Ni modo. Nos pasamos de "formalistas", pero com dice el aforismo romano: "Lex dura, sed lex". "La ley aunque sea dura, es la ley". Saludos.