Era mediados de los 70’s y yo escuchaba a Juan Gabriel en la
cocina de mi casa. Era una época en que, tanto José José como Juan Gabriel sólo
lo escuchabas en las estaciones de AM y era considerada música para chachas (si
fuera políticamente correcto me disculparía por el término, pero dado que no lo
soy, y la palabra no la uso en tono despectivo, continúo). La verdad, a mi me
gustaba, qué le voy a hacer, soy de alma naca.
Pasó el tiempo, y a principios-mediados de los 80’s todo
cambió. Supongo que fue Raúl Velasco (gracias, Raúl, decía Luis Miguel), el que
provocó dicho cambio. Raúl Velasco, en su programa “Siempre en Domingo”,
decidía el futuro de los cantantes de aquella época. Si un cantante era “apadrinado”
por Raúl, sabía que de ahí en adelante su carrera sería fuertemente impulsada,
eso sí, comprometiéndose a que cada canción nueva que sacara lo haría, en
primer lugar, en Siempre en Domingo, de lo contrario se corría el riesgo de ser
vetado de Televisa y que su carrera terminara ahí.
Como les decía, fue en los 80’s cuando la difusión, y el
público, tanto de José José como de Juan Gabriel cambió. ´De pronto ya era cool
escucharlos y “Lo dudo” de José José y “Querida” de Juan Gabriel ya se
escuchaban en todas las estaciones de radio del país. Sus videos pasaban en
VideoÉxitos, con una joven Gloria Calzada en la conducción, programa que
emulaba a los de MTV. Al menos en el ámbito nacional, dichos videos competían
con “Thriller” y “Like a Virgin”, aunque la calidad en la producción de los
mismos fuera abismal (ya vendría después Pedro Torres).
Gracias a esta nueva difusión, y a este nuevo enfoque, la
música de Juan Ga se extendió por todas partes, llegando incluso al mercado
hispano de Estados Unidos. A partir de aquí la fama del llamado “Divo de Juárez”
crecía día a día y se volvió el compositor preferido de grandes de la música,
como Rocío Durcal, quien de la mano de Juan Ga, vio renacer su carrera.
El éxito continuó, y fue tal su influencia, y el hecho de
que seguramente a Carlos Salinas de Gortari le gustaba su música, que en 1990
se presentó en Bellas Artes, en un concierto sinfónico, siendo el primer
cantante de estilo popular en presentarse en el recinto.
Además de todas sus canciones, tuvo siempre el buen tino de
mantener su vida privada libre de escándalos, a pesar de ser un cantante
homosexual en una época y en un país de machos. Quizás su mayor escándalo
fueron sus deudas con Hacienda, lo que lo orilló a pactar con el gobierno para
apoyar al candidato Labastida, con un jingle, que no por ridículo deja de ser
memorable. El PRI pensó que el arrastre de Juan Ga sería suficiente para
levantar la popularidad de un candidato que tendía al autosabotaje. Lamentablemente
para él, quien triunfó en las elecciones fue Vicente Fox, quien no supo ser un
estadista, y en lugar de tender puentes con el cantante ordenó su detención.
Nunca aceptó su preferencia sexual en público, aunque tampoco
la negó. Incluso, en una entrevista se le preguntó directamente si era gay,
respondiendo con una épica frase “Dicen que lo que se ve no se pregunta”
(aunque muchos la han cambiado a “no se juzga”, quizás tengan alguna
culpabilidad escondida).
En fin, que este domingo 28 de agosto, después de varios
bulos anteriores, finalmente murió. Creo que a la mayoría nos marcó una etapa
de nuestra vida, y pocos serán los que nunca hayan cantado una de sus
canciones. Descansa en Paz, mi querido Juan Ga.
Gracias, JuanGa... de entre 1800 canciones, siempre había una para cada melancolía que nos atrapaba y para cada celebración que nos llenaba el corazón de campanitas
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