lunes, 18 de julio de 2016

Cambia, todo "cambia"

En la política nacional todo es posible. Nuestros “heroicos” (es un decir) representantes (es un decir) cambian de ideas y de partido con mayor frecuencia que de calzones. “Lo que antes ser muy mal/ permanecer todo igual/ y hoy resultar excelente”. Así decía Javier Krahe en su canción “Cuervo Ingenuo”.

Esto viene a caso por la entrevista que Ciro Gómez Leyva le hizo a López Obrador. En ella vemos a un López Obrador, mesurado, incluso pidiendo calma.  “Hay que buscar acuerdo, rectificar, entender que las leyes se hacen para los seres humanos” enfatizó.  WTF??? No sé ustedes, pero a mi me dieron ganas de ir al estudio a realizarle un exorcismo “¿Demonio, di tu nombre y qué hiciste con López Obrador?” – le diría. Porque de qué otra forma podemos entender estos cambios de banda. Quizás, y esto es más científico, AMLO sufre de bipolaridad, no lo sé.

“No nos conviene construir a México a través de escombros. Es conveniente que se convoque para que se revise la reforma educativa, antes del 1 de septiembre”, explicó. ¿Será una estrategia para ganar electores, para adherirse a los simpatizantes del prácticamente extinto PRD? Sea lo que sea, no debemos olvidar que las cabras siempre tiran pa’l monte, no nos queramos engañar.

También queda claro que la CNTE no quiere nada con López Obrador, y éste, al ver que no puede llevar agua a su molino, opta por una postura contraria a los hace unos días vociferaba. Y en parte hace bien. No puede ligarse a un grupo que se rebeló al gobierno en cuanto le cortaron la llave del dinero que corría a raudales. No dudo que en las marchas haya maestros preocupados por su futuro laboral, bien intencionados pero mal informados, manipulados por los líderes del CNTE. Habrá otros muchos que van a perder, no su trabajo, porque ni clases dan, sino que van a perder el dinero que, mes a mes, cobraban por no hacer nada, todo esto a costa de nuestros impuestos.

Es cierto que la mentada Reforma Educativa debe replantearse, ya que lo que ahora tenemos, más bien es un nuevo contrato laboral. Se deben de reformar, sí, la plantilla docente, que estén capacitados, pero sería iluso pensar que con eso se soluciona el problema de la educación en México. Se necesitan cambiar planes de estudio, supervisar de forma clara y transparente los gastos destinados a la mejoración de los planteles, que los maestros tengan el material y las herramientas necesarias para ejercer su trabajo. Se debe derogar ¡Por Dios! Los cambios hechos hace poco, de que un alumno no puede reprobar el año ¿qué les estamos enseñando a nuestros hijos? Se DEBE (así con mayúsculas porque es urgente) cambiar el comportamiento de los padres de familia, los medios de comunicación y la sociedad en general respecto a la autoridad del maestro, el cual está a merced de los caprichos de los alumnos, con la amenaza de que lo van a denunciar por cualquier tontería. Estoy de acuerdo que no debemos volver al autoritarismo de antaño, pero es intolerable la permisividad de ahora.


En fin, hay mucho que mejorar, y tanto el gobierno debe de replantear las cosas como la sociedad debe de dejar de apoyar a un sindicato manipulador y ventajoso, al que no le interesa ni la educación de los niños ni el bien de sus “representados”

1 comentario:

  1. Leyendo esto me parece ver que tanto los niños y adolescentes (que ahora duran así hasta bien entrados los treinta añitos) son igual de caprichosos y voluntariosos que los dizque maestros que no aceptan que se les pongan límites, que haya reglas claras y definidas.
    Estoy de acuerdo en que el pendulazo que se ha dado de un autoritarismo espantoso por parte de los maestros que podían hacer lo que fuera y siempre era culpa de uno "¿Pues qué hiciste?" -nos decían... a que ahora es a los maestros a quienes se les pregunta ¿Pues qué le hiciste a la criaturita del señor? es algo que urge corregir y llegar a un lugar de respeto, tanto al alumno como al maestro, un lugar de comprensión por parte del adulto y de orden por parte del crío.
    Y que los maestros, bien capacitados tanto en su quehacer como maestros como en el planteamiento de su vocación, sean congruentes consigo mismos y con lo que han elegido como misión y camino de vida.
    Y acaso parte de lo que se podría incluir en la reforma educativa sean "clases" para aprender a hacer ejercicios críticos, aprender a revisar, evaluar, cuestionar y tomar posturas informadas. Empezando por cuestiones sencillas, de acuerdo al grado escolar y subiendo en complejidad conforme se avanza en el camino.
    Pero para eso se necesita que los primeros que tengan costumbre de este ejercicio son los maestros... y los padres de familia... y ese ejercicio crítico incluiría el escuchar los mensajes de los políticos... e indignarnos cuando nos quieren tomar el pelo con la certeza de que somos tontos de capirote y que jamás reflexionaremos ni cuestionaremos, porque al cabo que jamás hemos aprendido a hacerlo.

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