martes, 31 de mayo de 2016

Bienvenidos

Casi seis años han pasado desde que Germán Dehesa murió. De esa fecha hasta ahora nadie ha ocupado su lugar. Y no me refiero a sustituirlo completamente, eso es imposible. De lo que hablo es que ningún periodista, columnista o editorialista nos ha retratado la vida nacional de una forma similar; usando el sentido del humor y la familiaridad para acercarse a los lectores.

Eso pretendo con este blog. Y no, no es mi intención ocupar el lugar de Germán, por supuesto que no estoy a su altura (intelectual y humorística, que en  la altura física sí nos dábamos el quién vive). Lo que quiero lograr en este espacio es alejarme del tono solemne que suelen utilizar los llamados líderes de opinión. De hecho tampoco pretendo ser uno de ellos. Me gustaría poder transmitir la realidad del país desde el punto de vista de un ciudadano de a pie, de alguien alejado de la clase política, sin que ello quiera decir que no tenga ideas políticas.

Escribir en internet es un poco como estar en La Matrix. Muchas veces no sabemos si hay alguien leyéndonos al otro lado de la pantalla. Sinceramente espero que no sea el caso. Si llego a más de cuatro lectores habré superado al columnista Catón, lo cual ya es ganancia. De cualquier forma, si alguien está interesado en dejar un comentario constructivo, que puede ser positivo o negativo, adelante, bienvenido. Sólo eliminaré al troll, esa plaga que inunda las redes haciendo comentarios que sólo buscan fastidiar por el sólo hecho de fastidiar.

El título del blog tiene dos lecturas. La primera es un tanto pretensiosa. Nos puede hacer pensar que es un lugar de pensamiento elevado, donde habrá reflexión y profundas cavilaciones. La verdad, nada que ver. Como les digo, será un espacio para platicar, como podrías platicar con tus amigos. No puedo prometer que a veces use lenguaje más elevado, pero no es la intención.

La segunda lectura, y que es la que se apega más al fin de este blog, tiene que ver con ese espacio de la casa en el que nos mandaban de niños, luego de hacer una travesura. Los que tuvimos la suerte de que no nos agarraran a chanclazos o cinturonazos fuimos enviados a un rincón de la casa, casi siempre era el mismo, para que reflexionáramos sobre nuestra conducta. Ajá. Al final del castigo, que duraba no más de 15 minutos, poníamos cara de mustios y jurábamos no volver a hacerlo. Ajá. Eso es lo que pretende este espacio.


Por último, y si llegaste hasta estas líneas sin saltarte nada, te quiero agradecer. Ojalá y podamos vernos mañana, y así cada día. Me encantaría establecer una relación de complicidad contigo, tal y como la tuve con Germán por casi 25 años.

2 comentarios:

  1. Si... Don Germán y su Gaceta del Ángel eran todo un clásico. Por ese estilo tan peculiar. No sé si a sus hijos les gustaba que los "expusiera" así, (El Bucles, la Pequeña Carlos, etc.). Pero, al menos, hacía un buen trabajo. ¡Que bueno que lo conociste! Saludos. #RetoBlog

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  2. Wow. Germán Dehesa es uno de mis grandes modelos literarios, en mucho sentido. Puristas dirán que sus alcances no pasaban de un articulista consuetudinario, pero honestamente llegó a ser mucho, mucho más que eso. Magnífica esta referencia, gracias por traerme a la mente de nuevo a Don Germán, y a ese 'rincón de pensar' que muchas veces me olvido de visitar. De nuevo, gracias.

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